Seamos honestos: a nadie le gusta pensar en los peores escenarios. Sin embargo, en el entorno digital actual, los ciberataques son más una cuestión de cuándo que de si ocurrirán. Si administra su negocio en AWS, los riesgos son aún mayores.
Los entornos de nube ofrecen flexibilidad y escalabilidad, pero también introducen desafíos de seguridad nuevos y abrumadores. Entonces, ¿cómo puede asegurarse de que su sistema no colapse cuando algo sale mal (y no si)?
Esta guía proporciona instrucciones fáciles de entender sobre cómo fortalecer la resiliencia cibernética de su entorno de AWS.
No se trata de mejorar tus defensas con la última palabra de moda. Se trata de construir una estrategia ejecutable de múltiples capas que garantice la continuidad del negocio frente a un ataque.
¿Qué es la ciberresiliencia?
Empecemos por lo básico. La ciberresiliencia es más que solo ciberseguridad. El Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) define la resiliencia cibernética como “la capacidad de anticipar, resistir, recuperarse y adaptarse a condiciones adversas, tensiones, ataques e infracciones en sistemas que contienen recursos cibernéticos”.
No se trata sólo de prevenir ataques. Significa estar preparado cuando ocurre un problema, minimizar el impacto y recuperarse rápidamente.
NIST proporciona orientación integral sobre ciberresiliencia en SP 800-160 Vol.2. 2, Rev. 1 describe un marco para ayudar a las empresas a desarrollar estrategias sólidas de resiliencia.
El núcleo de este marco gira en torno a cuatro objetivos principales:
Anticipar las amenazas antes de que ocurran; Resistir los ataques cuando ocurran; Recuperarse de interrupciones; Adaptar los sistemas para futuras amenazas.
Cada objetivo respalda la toma de decisiones en todos los procesos y sistemas comerciales y ayuda a las organizaciones a comprender su postura de riesgo y resiliencia.
Por qué la ciberresiliencia es importante para todas las organizaciones
Datos recientes de JupiterOne revelan que la superficie de ataque de las nubes ha aumentado en un 589%. Esto significa que los puntos de ataque potenciales están aumentando rápidamente.
Con la proliferación de la adopción de la nube, las empresas ahora se enfrentan a más activos cibernéticos y, como resultado, a un número cada vez mayor de vulnerabilidades.
Si a esto le sumamos los desafíos que plantea el trabajo remoto, la necesidad de una estrategia sólida de recuperación cibernética es más urgente que nunca.
Un plan sólido de ciberresiliencia tiene varios beneficios importantes.
Reducción del daño financiero: recuperarse rápidamente de los ataques reduce el impacto financiero en su negocio. Mayor confianza del cliente: los clientes se sienten más seguros al saber que sus datos están protegidos. Reduzca el tiempo de inactividad: reduzca el tiempo de recuperación para que su negocio funcione sin problemas. Cumpla con los requisitos reglamentarios: las medidas de recuperación lo ayudan a cumplir con las leyes de protección de datos.
En resumen, la ciberresiliencia no se trata sólo de mantener su negocio seguro, sino también de mantener la continuidad del negocio frente a cualquier amenaza.
Por qué la seguridad en la nube suele fallar
La tecnología en la nube ofrece escalabilidad y flexibilidad, pero también plantea nuevos desafíos de seguridad. Las herramientas tradicionales de ciberseguridad a menudo tienen dificultades para brindar una protección integral en entornos de nube, lo que deja lagunas que los ciberdelincuentes pueden aprovechar.
Un informe de Sysdig encontró que aproximadamente el 75% de las empresas utilizan servicios en la nube con vulnerabilidades avanzadas o críticas.
Errores de seguridad en la nube
Asignar demasiados roles de seguridad a una sola persona. Las organizaciones a menudo colocan la carga de SecOps (Operaciones de seguridad) y DevOps (Operaciones de desarrollo) en una sola persona o en un equipo pequeño. Si bien esto puede parecer un uso eficiente de los recursos, rápidamente puede provocar agotamiento y supervisión. DevOps y SecOps son roles complejos y diferentes, cada uno de los cuales requiere conocimientos especializados. Cuando una persona está demasiado repartida entre ambos roles, resulta más fácil que las vulnerabilidades pasen desapercibidas. Se ignoran tareas como la administración de parches, el monitoreo continuo y las prácticas de codificación segura, lo que deja brechas de seguridad que los atacantes pueden aprovechar. Distribuir estas responsabilidades entre un equipo más grande aumenta la concentración y reduce la posibilidad de que se pasen por alto las vulnerabilidades. Seguridad ≠ Detección. Es importante comprender que la detección es sólo el primer paso. Muchas organizaciones caen en la trampa de pensar que una vez que cuentan con un sistema de detección, están a salvo. La detección por sí sola no es suficiente. Una infracción detectada aún puede causar daños importantes sin un plan de respuesta. Es necesario que exista un protocolo para lo que sucede después de que se detecta una infracción: aislar los sistemas afectados, notificar a las partes interesadas clave o iniciar la recuperación ante desastres. No se trata sólo de saber que algo ha sucedido, sino de tomar medidas para minimizar el daño y acelerar la recuperación. No hay simulaciones ni pruebas. Introducir controles de seguridad sin realizar pruebas es como instalar una alarma contra incendios y nunca comprobar si funciona. Muchas organizaciones no simulan ataques a sus entornos de nube y, por lo tanto, no están preparadas para un incidente real. Se deben realizar pruebas de penetración y ejercicios del equipo rojo con regularidad para simular ciberataques e identificar debilidades en su estrategia de defensa. Los planes de recuperación ante desastres deben probarse con frecuencia, no sólo una vez al año, para garantizar que se puedan restaurar las copias de seguridad y que los sistemas puedan volver a estar en línea rápidamente. Si no ha puesto a prueba su sistema de seguridad, descubrirá que no funciona. Será demasiado tarde. Monitoreado las 24 horas del día, los 365 días del año. Un error común que cometen muchas empresas es subestimar la necesidad de un seguimiento las 24 horas. Las ciberamenazas nunca duermen, y tus defensas tampoco. Muchas organizaciones suponen que pueden arreglárselas con controles esporádicos o dependen demasiado de las alertas automáticas. Sin embargo, el rendimiento de los sistemas automatizados está determinado por los parámetros que establecen y, sin supervisión humana, se pueden pasar por alto o malinterpretar cuestiones importantes. El monitoreo 24 horas al día, 7 días a la semana garantiza que sus sistemas estén monitoreados para detectar actividades anómalas y que pueda responder en tiempo real si ocurre un incidente. La clave no es sólo bloquear los ataques, sino hacerlo antes de que causen daños importantes. Insuficiente división de roles en el entorno de la nube. A medida que su negocio crece y su entorno de nube se vuelve más complejo, se vuelve importante separar las tareas dentro de su equipo. Cuando varias personas o equipos acceden a entornos de nube, aumenta el riesgo de amenazas internas y cambios accidentales. La clara separación de roles en las políticas de seguridad en la nube garantiza que solo las personas autorizadas puedan realizar determinadas acciones, como cambiar configuraciones o acceder a datos confidenciales. Auditar periódicamente sus controles de acceso puede ayudarlo a identificar brechas en sus políticas de seguridad y prevenir actividades no autorizadas. Depender de herramientas obsoletas en un entorno de nube. Es posible que las herramientas de seguridad tradicionales hayan funcionado en un entorno local, pero a menudo no funcionan en la nube. Los entornos de nube requieren diferentes arquitecturas y herramientas de seguridad para abordar la complejidad y escala de las operaciones de la nube. Por ejemplo, los cortafuegos tradicionales y los sistemas de detección de intrusiones pueden no ser suficientes para cubrir cargas de trabajo en la nube dinámicas y distribuidas. Las organizaciones deben implementar herramientas de seguridad nativas de la nube como AWS para proteger adecuadamente sus entornos. Las soluciones nativas de la nube están diseñadas para integrarse con los servicios de la nube y brindar visibilidad en tiempo real para mantenerse seguro. No hay parches ni actualizaciones periódicas. Una de las partes más simples, pero que más se pasa por alto, de la seguridad en la nube es la aplicación periódica de parches. Sin parches ni actualizaciones de seguridad, su entorno de nube sigue siendo vulnerable a vulnerabilidades conocidas. Los atacantes escanean constantemente sistemas sin parches. Incluso un ligero retraso en la aplicación de un parche crítico puede provocar una infracción. Muchas organizaciones, especialmente en entornos con muchos recursos en la nube, ignoran o simplemente se olvidan de los parches por temor al tiempo de inactividad. Un sistema automatizado de gestión de parches garantiza que todas las actualizaciones críticas se apliquen en todo su entorno de nube sin intervención humana.
Estrategia de ciberresiliencia
Estos desafíos resaltan por qué una estrategia de recuperación cibernética es más que una simple herramienta: se trata de proceso, preparación y monitoreo continuo.
Paso 1: active los servicios nativos de la nube de AWS
Uno de los primeros pasos para mejorar su resiliencia cibernética es aprovechar las herramientas de seguridad nativas de la nube de AWS.
AWS ofrece una variedad de servicios diseñados para ayudar a proteger su entorno de nube, que incluyen:
AWS GuardDuty: Supervise actividades maliciosas y comportamientos no autorizados. AWS Shield protege contra ataques distribuidos de denegación de servicio (DDoS). AWS IAM (Gestión de identidad y acceso): ayuda a controlar el acceso a los recursos. AWS Inspector: evalúe las vulnerabilidades en su entorno de nube.
Estos servicios nativos le permiten establecer objetivos de recuperación para su infraestructura de nube, evaluar su postura de seguridad y garantizar un monitoreo continuo de amenazas.
Las herramientas nativas de AWS se integran perfectamente con otros servicios y le ayudan a desarrollar una defensa en profundidad.
Paso 2: Mejorar el rendimiento de las herramientas de AWS con soluciones especializadas
AWS proporciona sólidos servicios de seguridad, pero usted puede mejorar aún más su resiliencia con plataformas diseñadas específicamente que se integran con las herramientas de AWS. Por ejemplo, algunas plataformas de seguridad avanzadas ofrecen detección de amenazas, automatización de respuestas y gestión de vulnerabilidades las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Estas soluciones están diseñadas para consolidar alertas, optimizar las respuestas y brindar una visión más profunda de su postura de seguridad.
Por ejemplo, una plataforma diseñada específicamente puede reducir significativamente el tiempo de alerta a clasificación de minutos a segundos, mejorando el tiempo de respuesta general.
Además, muchas plataformas avanzadas utilizan el aprendizaje automático (ML) para potenciar AWS GuardDuty, AWS Inspector e IAM Access Analyzer. Al combinar estas herramientas con soluciones de seguridad externas, puede optimizar los servicios nativos de AWS y crear defensas sólidas contra las amenazas más recientes.
Paso 3: aplicar el marco MITRE
Desarrollar la ciberresiliencia va más allá de implementar herramientas de seguridad y comprender las tácticas utilizadas por los atacantes. Aquí es donde entra en juego el marco MITRE ATT&CK.
MITRE ATT&CK es una base de conocimiento integral de tácticas y técnicas enemigas que ayuda a las organizaciones a prepararse para ataques del mundo real.
MITRE también proporciona otros marcos para fortalecer la resiliencia cibernética.
MITRE Engage: El defensor ataca y engaña al enemigo. D3FEND: Proporciona una base de conocimientos para medidas de ciberseguridad. CALDERA: automatice la emulación de adversarios para probar la resiliencia de la red. Navegador del marco de ingeniería de ciberresiliencia (CREF): ayuda a alinear las metas de ciberresiliencia con los objetivos comerciales.
Los recursos de MITRE permiten a los equipos comprender mejor cómo operan los atacantes y construir defensas diseñadas específicamente para contrarrestar sus tácticas.
Este enfoque proactivo ayuda a identificar vulnerabilidades antes de que puedan explotarse, lo que le brinda una ventaja significativa a la hora de mantener la resiliencia.
Reflexiones finales sobre la ciberresiliencia de la nube de AWS
Lograr la resiliencia cibernética en los entornos de nube de AWS requiere un enfoque de múltiples capas que combine herramientas nativas de AWS, plataformas de seguridad especializadas y el marco MITRE ATT&CK.
Al crear estas capas de defensa, probar sus sistemas con regularidad y mejorar continuamente su postura de seguridad, puede reducir significativamente el impacto de las amenazas cibernéticas en su negocio.
A medida que más organizaciones migran a la nube, la resiliencia se vuelve importante. Además de prevenir ataques, debe estar preparado para recuperarse rápidamente y mantener sus operaciones funcionando sin problemas cuando ocurre un ataque.
Si no está seguro de cómo superar esto, los servicios gestionados de seguridad en la nube pueden ayudarle a crear e implementar una estrategia de resiliencia sólida adaptada a sus necesidades. Estos garantizan que su infraestructura en la nube esté protegida, optimizada y sea capaz de abordar las amenazas en evolución.
Si sigue los pasos descritos en esta guía, podrá crear una estrategia sólida de recuperación cibernética que proteja su negocio ahora y en el futuro.